Jorge Gallegos, un hombre de oportunidades, que las toma en serio, las disfruta y las realiza a plenitud. Sobre todo como actor. Su más reciente realización, la de Orlando en la telenovela Yo no creo en los hombres, dio como resultado un personaje entrañable, amoroso, bueno, de esos que llegan y que sobre todo para las mujeres son ideales.

 

 

Hay que contar la historia de Jorge, de cómo una persona piensa en desenvolverse en algún punto en particular en la vida, que lleva a otros caminos.

 

Desde pequeño, lo suyo, lo suyo era el fútbol: balones, canchas y demás, y lo hizo bastante bien; llegó como profesional a importantes equipos como medio de contención de la talla del Necaxa y el Atlante, pero debido a fuertes y múltiples lesiones, tuvo que abandonar la vida de la patada que llevaba.

 

Sin embargo, esa estrella de actor brillaba en él aunque no se diera cuenta, pero los que saben la veían a kilómetros, como René Cardona que lo invitó a participar en una película (Un brillante propósito) y él, de manera muy honesta, le dijo que no sabía realizar esa labor; pero el cineasta, con ojo clínico, le dijo que no se preocupara, que con un buen maestro todo estaba solucionado. Después, en el Centro de Educación Artística de Televisa (CEA), el maestro Eugenio Cobo, también vio en él un próspero futuro en la carrera, siguió tomando talleres de actuación como: El Método con Rene Pereira, Meisner con Eduardo Arroyuelo.

 

Y así, con preparación,  y suerte (porque también se necesita) comenzó a ganarse participaciones en diversas producciones como Hasta que el dinero nos separe, Zacatillo, Un lugar en el corazón, Dos hogares, Amor bravío y La mujer del vendaval, en esta ultima como Lencho Quiñones, hombre de pueblo, de rancho, cantador y enamorado, junior del presidente del pueblo. Producción en la que además interpretó el tema de salida, que gracias a la aceptación consiguió el lanzamiento de una producción discográfica bastante buena: Se me desgarra el alma.

 

Su más reciente trabajo, Yo no creo en los hombres, es una marca importante en su carrera, en donde no sólo reflejó la calidad de actor que maneja si no que demostró la pasión por dicha carrera.